A la mesa de los comedores comunitarios y familiares de los municipios de Funes y Carcarañá se servirán los productos que elabora la Planta de Alimentos Nutritivos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Así se estableció con la firma de dos convenios específicos firmados por la casa de estudios y los municipios, que también contemplan la dimensión de capacitación en higiene y seguridad alimentaria, y en el preparado de los platos de los cinco productos y su asociación con otros alimentos lo que facilita preparar una variedad de más de 50 menúes.
El propósito de ambos acuerdos es trabajar de manera conjunta para contribuir a mejorar las condiciones alimentarias de la población, en especial en aquellos sectores que presentan alta vulnerabilidad social, fundamentalmente en niños y ancianos. En este sentido, la Universidad se compromete a suministrar a cada municipalidad las raciones alimentarias que requieran, con el fin de cubrir las necesidades básicas de comedores y programas instrumentados por los municipios.
“Este proyecto surgió hace unos años atrás en nuestra Universidad sobre la base de una paradoja: cómo puede ser que la Argentina y particularmente Santa Fe, productoras de alimentos por excelencia, tengan los niveles de desnutrición que nos marcan las estadísticas que nos golpean en la cara todos los días. En nuestra Universidad teníamos las capacidades instaladas para llevar adelante este proyecto, pues contamos con una Ingeniería en Alimentos y el Instituto de Tecnología del Alimento que depende de la Facultad de Ingeniería Química, al elaborarlo encontramos el socio ideal: la banca cooperativa, el Banco Credicoop”, reseñó el rector de la UNL, Albor Cantard, al rubricar los convenios junto al gerente general del Credicoop, Darío Juan Leguizamón, el viernes en la sede de cada uno de los municipios, Funes y Carcarañá.
La apuesta a futuro
El rector de la UNL expresó también el desafío planteado al inicio de su gestión de aumentar el volumen de producción de la planta gracias a su capacidad instalada. “En estos cuatro años, hemos quintuplicado las raciones, pues actualmente se producen 750 mil raciones al año y el próximo objetivo es llegar al millón de platos anuales”, manifestó tras resaltar las características nutritivas de los productos, tanto como su bajo costo, que ronda los 1,30 y 1,50 pesos según se trate del guiso tradicional, del guiso de lentejas, del arroz primavera o del cuatro quesos.
Al plantear la apuesta a futuro de este emprendimiento, Cantard señaló que ya se inició el diálogo con productores locales de alimentos para lograr que los productos disecados, que actualmente se compran en Mendoza, se produzcan en Santa Fe. “Poder dar este salto de calidad de producción desde la materia prima nos va a permitir mejorar los costos y dotar de valor agregado a la producción local, sumando la dimensión social, la familiar, la alimentación con los nutrientes necesarios para la mayor cantidad de población”, enfatizó.
Valorizar la mesa familiar
Tras firmar el acuerdo, la intendenta de Funes Mónica Alicia Tomei resaltó el valor de una alimentación nutritiva para aportar a la mejora de la calidad de vida de la población, y agregó que “este programa debiera denominarse volver a la familia, porque no solamente se trata de dar alimento, sino de trabajarlo en familia, volver a la mesa familiar, sentarse, compartir, cocinar y dotarlo del valor simbólico de volver a la cultura del trabajo”.
En Funes las raciones aportadas por la Planta de Alimentos Nutritivos de la UNL se distribuirán entre familias carenciadas, especialmente las que cuentan con niños y ancianos. “Queremos brindarles a todos los chicos la posibilidad de un futuro mejor. Esto se logra con una mamá que tenga buenos nutrientes, con que los chicos vayan bien alimentados a la escuela con la cantidad de proteínas y nutrientes que tienen estos productos para que puedan aprender mejor, aprendan a arzonar, que puedan ser mejores personas y que puedan estudiar y obtener un empleo de calidad, que ayude a mejorar su calidad de vida y que nos ayuden a tener un Funes mejor”, opinó la intedenta Tomei.
Pedro Ramón Soques, intendente de Carcarañá, además de valorar la calidad de los productos que se distribuirán en los comedores comunitarios de la ciudad, resaltó la importancia para la comuna de trabajar en conjunto con la UNL. “Es la primera vez que la intendencia de Carcarañá firma un convenio de este tipo con una universidad y es para mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables, especialmente los chicos y los ancianos. Para nosotros es muy importante y queremos seguir trabajando con la UNL, pues hemos visto y comprobado lo bien que trabajan en Extensión, y para municipios como el nuestro es muy importante contar con la visión y el aporte de los profesionales universitarios”.
Soques añadió que en la ciudad ya comenzó la etapa de capacitación con las personas que reciben una ayuda social y realizan como contraprestación su tarea en los comedores comunitarios, y continuará con las familias de los menores que asisten a estos centros. “Para Carcarañá es muy importante este proceso, pues tras el cierre de frigoríficos, contamos con un sector de población que necesita esta ayuda y por eso el aporte de los nutricionistas está pensado en este sentido”, acotó.
Los convenios se firmaron el viernes, en la sede de ambos municipios, y además de los intendentes y el rector de la UNL, en el acto estuvieron presentes los secretarios de Extensión Universitaria, Gustavo Menéndez, y de Extensión, Hugo Erbetta, y el gerente general del Banco Credicoop, Darío Leguizamón.
En los actos, además se entregaron diez certificados a los operadores de comedores que fueron capacitados.