El mecanismo por el cual las raíces de las plantas se adecuan a los suelos con gran cantidad de sal fue desentrañado por un joven investigador del Conicet. El estudio fue premiado como la mejor tesis en bioquímica y biología molecular de Latinoamérica. El mecanismo por el cual las raíces de las plantas se adecuan a los suelos con gran cantidad de sal fue desentrañado por un joven investigador del Conicet. Los resultados del estudio, que fue premiado como la mejor tesis en bioquímica y biología molecular de Latinoamérica, permitirían seleccionar las variedades de leguminosas que mejor toleran esas condiciones o generar transgénicos para recuperar suelos.
Los suelos con gran cantidad de sal provocan desiertos. Esto no es nada nuevo para algunas postales del norte santafesino, sin embargo, las plantas tienen mecanismos que las ayudan a adaptarse a esas condiciones extremas. Un joven investigador del Conicet identificó y estudió uno de los genes que regulan cómo se adapta la raíz al suelo y descubrió el proceso por el cual las plantas intentan protegerse del exceso de sal.
“Tanto la falta de agua como el exceso de sal en el suelo afectan al crecimiento de la planta: si a dos semillas iguales de la misma especie se las pone a crecer en un lugar con sal y en otro sin ésta, la raíz va a ser distinta”, explicó a InfoUniversidades Federico Ariel, flamante doctor en ciencias biológicas cuya tesis fue premiada por la Sociedad de Bioquímica y Biología Molecular (SBBq) de Brasil por ser la mejor en Latinoamérica.
En el laboratorio
Con el objetivo de estudiar los genes que regulan cómo se va a adaptar la raíz al suelo, Ariel realizó su investigación sobre una leguminosa -Medicago truncatula- que se utiliza como modelo para la soja, o forrajeras como la alfalfa. Se trata de una planta chica y simple pero muy similar a otras que son de interés agronómico.
“Identificamos qué genes se expresan en las raíces en respuesta a la sal y vimos cómo adaptan la planta al suelo. Elegimos uno de estos genes -MtHB1- y encontramos que ayuda a disminuir la superficie de contacto con la sal. Pero lo más importante es que logramos descubrir cómo lo hace”, señaló el investigador. Se trata de mecanismos moleculares que evitan que la planta desarrolle raíces laterales, es decir, hacia los costados. Por el contrario, la raíz es más larga para llegar a alcanzar más profundidad donde tal vez la concentración de sal sea menor” comentó Ariel.
Para recuperar suelos
Conocer estos mecanismos abre al menos dos opciones para intentar recuperar suelos salinos que se han convertido en desiertos. La primera es seleccionar de las variedades de plantas que existen, aquellas que cuenten con un mecanismo eficiente para ayudar a soportar las condiciones de estrés generadas por la sal. La otra es desarrollar transgénicos, es decir, incorporar a las plantas de interés agronómico un transgén que las haga más tolerantes frente al exceso de sal.
“Imaginemos que vos y yo salimos por la mañana, pero sólo yo llevara un paraguas. Si acaso por la tarde lloviera, lo más probable es que vos te mojes y te enfermes y yo no, por estar preparado de antemano. Eso buscamos con una planta transgénica al incorporarle un mecanismo de respuesta antes de que sienta el estrés, para que esté mejor adaptada”, ejemplificó el investigador.
En cualquier caso, la soja o la alfalfa, sin que se transformen en un monocultivo, pueden ser pioneras para rescatar suelos. “Las leguminosas no necesitan tanto nitrógeno, así que pueden sobrevivir en un suelo más pobre. Poder cultivar alfalfa en terrenos poco fértiles para disponer ganado sería una excelente opción”.
Por el mundo
A sus 28 años, con el título de doctor bajo un brazo y el premio de la SBBq bajo el otro, Ariel se instaló en Francia para hacer un posdoctorado. Allí seguirá estudiando las raíces y su respuesta al estrés, pero en un nuevo modelo y con un enfoque diferente. “Mi objetivo es volver a la Argentina. Tengo un contrato por dos años y puede extenderse, pero mi intención es volver. Es el tiempo suficiente para terminar un proyecto, aprender técnicas nuevas, entablar contactos, trabajar en otros sistemas y volver para establecer una línea propia”, adelantó.
Fuente: Tomá mate y avivate.