Investigadores trabajan en la implementación de una planta generadora de biogás a partir de la fermentación de materia orgánica. Se empleará para la calefacción de invernaderos donde se producen hortalizas destinadas al autoconsumo. El uso de este biocombustible representa una alternativa sustentable en zonas rurales de la provincia de La Rioja que, a la vez, contribuirá en la mejora de la calidad de vida de los productores.

En las zonas rurales de la provincia de La Rioja, las carencias son múltiples. La falta de energía eléctrica, de agua potable y el alejamiento de lugares de abastecimiento hacen que la producción de hortalizas para autoconsumo sea indispensable. En general, las temperaturas en la época invernal son muy bajas y no permiten el normal desarrollo de los cultivos. Ante esta situación el biogás se presenta como una alternativa interesante, ya que puede ser empleado para la calefacción de invernaderos, para iluminación, en la cocción de alimentos y en la calefacción de ambientes. Además de ser una herramienta válida para promover el desarrollo de tecnologías alternativas y mejorar la calidad de vida, contribuye a la preservación de recursos forestales ya que a partir de su uso, disminuiría el consumo de leña. Es por esto que investigadores en Infraestructura Energética y uso racional de la energía aseguran que es posible garantizar la producción de hortalizas bajo cubierta para el consumo familiar, con materiales que se encuentran en la zona rural y a un bajo presupuesto. Los especialistas trabajan en la utilización de invernaderos, a los que debe colocárseles su respectivo sistema de calefacción, que es la parte más costosa. Los objetivos del proyecto son diseñar e implementar un sistema de calefacción que utilice metano como fuente de alimentación del sistema, y permita el aprovechamiento de residuos domésticos y agrícolas. Estos, convenientemente empleados, pueden generar una producción de energía (gas metano CH4) mediante la construcción de un biodigestor de bajo costo y sencilla fabricación. El director del proyecto, licenciado Mario Castro Herrera, indicó a InfoUniversidades que el trabajo se encuentra en la etapa de experimentación y que, con su equipo de investigadores y alumnos, tuvieron una experiencia con resultados muy alentadores en la sede universitaria Villa Unión (Departamento Coronel Felipe Varela) en 2002. Los materiales utilizados por los investigadores para el armado de los digestores y en la campana, que se empleó como reservorio para el gas producido, fueron de un costo accesible y de fácil adquisición. En cuanto a los biodigestores, se utilizaron dos tanques de 200 litros cada uno, que fueron pintados de negro para una mejor absorción de la energía solar. La conducción del gas hacia la campana, producido por los biodigestores, se realizó con mangueras de PVC, unidas a los tanques por llaves exclusas para evitar la salida o entrada de gases. La cisterna donde flotaba el gasómetro se confeccionó con un tanque de mil litros. Este gasómetro se construyó con un tanque de 200 litros.

Carmen Rizzo
Universidad Nacional de La Rioja