La planta –la primera en su tipo en una universidad argentina- no se propone la producción de biogás en sí, sino que tiene fines experimentales relacionados con la medición del potencial energético de los residuos orgánicos, los que surgen de la propia fábrica de agroalimentos de la Facultad de Ciencias Agrarias y de la agricultura del oasis Norte de Mendoza.
El rector Arturo Somoza afirmó que el proyecto “ha tenido desde sus comienzos el aporte de quienes tienen experiencia en el mundo y una cuota muy importante de desarrollo, innovación, transferencia y aprendizaje de nuestros alumnos”.
El proyecto de instalación del biodigestor comenzó hace dos años, bajo la coordinación de Peter Thomas. En la instalación participaron y asesoraron un grupo de técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
La gestión del proyecto está a cargo del Instituto de Ciencias Ambientales (ICA) y es impulsado por Thomas y Oscar Papú. Asimismo, el encargado técnico, por parte del INTI, es Stefan Budzinski, experto integrado de la cooperación alemana GIZ-CIM en el INTI de Concepción del Uruguay. El financiamiento proviene del INTI, la embajada de Alemania en Argentina y la Universidad.
Junto al rector de la UNCuyo, presidieron la inauguración el decano de Ciencias Agrarias, José Rodríguez, y el secretario de Desarrollo Institucional, Daniel Pizzi. También estuvieron presentes los responsables del proyecto y estudiantes de la Facultad involucrados en el emprendimiento.
El equipo que trabajó en el proyecto de instalación.
Peter Thomas destacó que “gracias al apoyo de la Universidad y de la Facultad pudimos concretar este proyecto”. Por su parte, el decano Rodríguez resaltó la importancia de la innovación tanto en lo académico como en la investigación, así como la posibilidad de desarrollar conocimientos a partir del intercambio de las instituciones involucradas y la Universidad.
Juan Carlos Najul, coordinador de INTI Cuyo, destacó la trascendencia de este tipo de proyectos para la agenda ambiental de la Provincia. “Se debe constituir un mapa de la biomasa y avanzar en estos proyectos de plantas pilotos, a escala demostrativa que sean de utilidad tanto para la industria como para la comunidad en su conjunto”, concluyó el funcionario.