La UNL realizó la Evaluación de Riego localizado en arándano para el Establecimiento Berries Patagonia de la provincia de Entre Ríos. Los trabajos de asistencia técnica se enmarcan en los Servicios altamente especializados de la Universidad y fue llevado a cabo por especialistas de la Facultad de Ciencias Agrarias.
El Establecimiento Berries Patagonia, ubicado en las cercanías de Concordia (Entre Ríos), solicitó a la UNL asistencia técnica para realizar la Evaluación de Riego localizado en arándano. Este servicio altamente especializado implica una optimización de la planificación del sistema de riego para el cultivo de arándanos que se corresponde con la demanda de tecnología apropiable que exige esta producción.
Debido a las características particulares del arándano, su cultivo ha tenido un desarrollo sorprendente en los últimos años y la región ubicada sobre el margen del río Uruguay en la provincia de Entre Ríos, con sus condiciones agroecológicas excepcionales y la tradición frutícola de la zona, se muestra como una de las más favorables del país para lograr el mejor desarrollo de la planta y obtener un fruta de calidad.
Las tareas realizadas para la Evaluación de Riego Localizado en arándano estuvieron dirigidas por el Ing. Rec. Hidr. Ms. Sc. Roberto Paulo Marano, Profesor de la cátedra Diagnóstico y Tecnología de Aguas perteneciente a la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA), integrando el equipo de trabajo el Ing. Agr. Juan Valiente (Agencia de Extensión INTA Colón – Entre Ríos) y el Ing. Agr. Ignacio Carnevale (FCA).
Innovación tecnológica apropiable
La plantación comercial de arándanos en la Argentina se inició en la década pasada, impulsada por una demanda insatisfecha en el Hemisferio Norte y los buenos precios del mercado. Por otra parte, la producción en nuestro país cuenta con ventajas competitivas, debido a que la ubicación en latitudes intermedias permite anticipar la cosecha respecto a otros países del hemisferio sur. En este contexto, la zona nordeste de Entre Ríos, más específicamente Concordia, participaría en un 50% de la producción nacional, a la par de otras provincias como Buenos Aires, Tucumán y Santa Fe.
El Establecimiento Berries Patagonia está ubicado en las cercanías de Concordia y cuenta con alrededor de 20 hectáeras para la producción de arándano, la cual se compone por cuatro variedades de la especie: Emerald, Jewel, Misty y Southerw-Belle.
“La región en estudio está incluida en las denominadas terrazas del río Uruguay. La misma posee suelos arenosos rojizos y suelos sobre sedimentos aluviales antiguos, siendo los primeros de ellos los que predominan en las plantaciones aludidas. Debido a sus propiedades específicas, estos son suelos con muy bajo nivel de fertilidad, muy permeables y que rápidamente sufren la sequía”, explicó el Ing. Marano.
El arándano es una planta con raíces muy superficiales y carentes de pelos radicales, es decir, tienen una superficie de absorción de agua y nutrientes limitada. Su ambiente natural es el sotobosque, muy húmedo, donde el suelo está conformado por un alto porcentaje de materia orgánica, con pH ácido pero con alta porosidad. Por esta razón, para mantener una producción sostenida es preciso que las plantas cuenten con una situación ambiental lo más similar posible a la dinámica hídrica y las condiciones de suelo que le son propias.
En lo que respecta al sistema de riego, el Ing. Marano explica que “en el establecimiento Berries Patagonia se utiliza un método de riego por goteo con fuente de agua subterránea de buena calidad y cantidad, y se aplica a su vez una técnica de fertirriego para adicionar nutrientes y acidificar el sustrato”.
El servicio brindado por la Universidad consistió en la obtención de resultados y consideraciones relacionadas al manejo del riego según las características del suelo, el ambiente y el cultivo.
“Dado que la planta es perenne (tiene una vida productiva de 25 a 30 años), con rendimientos que comienzan en el tercer año y se estabilizan a partir del sexto, es necesario conocer de modo temprano los requerimientos hídricos y de nutrientes. Para ello se montó un experimento con instrumental de precisión que permitió, en cada riego, controlar el tiempo de aplicación y el drenaje, para así conocer la demanda de agua de esta especie, el porcentaje de suelo mojado y efectivamente aprovechado por las raíces. Los datos obtenidos permitirán por un lado, un correcto diseño del espaciamiento entre goteros, del caudal y número de laterales por fila de planta; a la vez que se optimizará la dosis de riego según los requerimientos del cultivo, evitando pérdidas de agua y nutrientes en profundidad”, explicó Marano.
Se trató de una evaluación hidráulica de la instalación de riego del establecimiento para estimar la uniformidad de aplicación del agua y optimizar la programación del mismo, teniendo en cuenta las cantidades de agua y fertilizantes aplicados.
“Este trabajo permitió la inserción de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL en un ámbito productivo de alta demanda tecnológica, con la participación de estudiantes y profesionales. Con la transferencia se generó información de gran utilidad y a fututo es posible evaluar nuevas líneas de investigación, íntimamente ligadas con el sistema productivo”, concluyó Marano.
(Fuente: prensa Institucional UNL)