Un proyecto de la UNL busca reconvertir el cinturón hortícola de la zona centro de Santa Fe a partir de la incorporación de cultivos alternativos que mejoren la rentabilidad y la sustentabilidad de las fincas y de las empresas relacionadas al sector. El trabajo se realizará capacitando a productores y desarrollando variedades de plantas que mejor se adapten a la región.

La horticultura es una de las actividades relacionada a pequeños productores que ha entrado en crisis en la provincia de Santa Fe. El sector ha perdido rentabilidad luego de la devaluación del 2001, debido al alto uso de productos importados y a la contracción de la demanda. Esto provocó una progresiva utilización de las tierras en el cultivo de la soja, lo que se tradujo en un aumento de la desocupación y un uso más agresivo de los recursos naturales. Además, se han abandonado los cultivos hortícolas que requieren mayor inversión inicial reemplazándolos por otros de bajo costo pero menor rentabilidad.
Esta situación también perjudica a algunas industrias instaladas en la zona que requieren de estos productos para la elaboración de dulces, congelados, conservas, yogures, etc, ocasionando que deban traerlos de otras zonas de país, o incluso del exterior.
Estas dificultades que está afrontando el sector hortícola son las que observaron investigadores, docentes y alumnos de la Universidad Nacional del Litoral, y los motivó a presentar un Proyecto Federal de Innovación Productiva con el que buscan, por medio de la capacitación y la motivación de los productores y técnicos del cinturón hortícola santafesino y de sus zonas aledañas, incorporar cultivos alternativos que mejoren la rentabilidad y la sustentabilidad de las empresas de la región.
“Observamos que no hay investigación en cuanto a la actividad frutal y que ésta tampoco es vista como una alternativa comercial. Sin embargo nosotros pensamos que si puede serlo, teniendo en cuenta que hay un nicho, sobre todo en torno a la frutilla, que no está explotado. Además, somos parte de una de las cuencas lecheras más importantes del país, que demanda frutales para la fabricación de productos”, explicó el Ing. Norberto Gariglio, docente-investigador de la UNL, quien se encuentra a cargo del proyecto.
A través del trabajo se intentará lograr un reordenamiento de la producción de los cultivos intensivos del cinturón hortícola santafesino y de sus zonas aledañas, para que se siembren cultivos que se utilizan en el mercado local, evitando también los gastos de traslado. El trabajo se realizará por medio de la motivación y capacitación a productores y del desarrollo de plantas que se adapten a las condiciones de la zona. Los frutales que a priori se pretenden evaluar para luego promover son durazneros, ciruelos, manzanos, higueras, nísperos, kakis, frambuesas y mamones. También se incentivará el trabajo con plantas ornamentales, que son crecientemente solicitadas por viveros.

El desarrollo
El proyecto se plantea un desarrollo en seis etapas durante dos años, que van desde la instalación de lotes demostrativos a la capacitación de productores en diferentes áreas, tales como el tratamiento de las plantas y la comercialización.
En este momento se encuentran trabajando en la segunda, que refiere al trabajo con plantas ornamentales. “Hasta el momento ya instalamos siete lotes demostrativos en las ciudades de  Coronda, Ángel Gallardo y Esperanza”, agregó Gariglio.
Es importante destacar que el proyecto se está llevando a cabo en conjunto con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Recursos Naturales del Ministerio de la Producción de la Provincia de Santa Fe y con el INTA, Centro regional Santa Fe y es gestionado por el Centro para la Transferencia de los Resultados de Investigación –CETRI-Litoral- de la UNL.

Impacto en el medio

Lo que se busca es favorecer un reordenamiento de la producción de cultivos intensivos de la zona central de Santa Fe, en función de las nuevas necesidades y oportunidades que han surgido en los últimos años, de modo de optimizar el uso de los recursos disponibles en la región. Si esto se logra la creación de un polo de producción fruti-hortícola, con productos de alta demanda nacional e internacional, producirá un efecto multiplicador en la región, tanto en lo referente a generación de puestos de trabajo como al fortalecimiento de las pequeñas empresas.
Cabe destacar la importancia educativa del proyecto, no sólo para los propietarios de las fincas, sino también para sus operarios, ya que la capacitación gratuita que se brindará durante dos años representará un valor agregado muy importante para futuros emprendedores.
“Además pensamos que el hecho de que la UNL esté trabajando en conjunto con otros organismos del sector gobierno y actores de la cadena de valor de la fruti-horticultura regional es un paso adelante para la elaboración de futuros proyectos que presenten estrategias de desarrollo para el sector”, declaró el Ing. Daniel Scacchi, director del CETRI-Litoral y agregó: “Este tipo de proyectos es muy importante para nuestra universidad porque permiten realizar transferencia de conocimientos y tecnología al sector productivo, lo cual es cada vez más importante para el desarrollo productivo de la región”.

(Fuente: Prensa Institucional UNL)