Investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales que realizan un trabajo titulado “Análisis económico de la utilización de palos de yerba mate como combustible”, arribaron a la conclusión de que utilizar los palitos de yerba mate para generar calor, en el secado del mismo producto, permite un ahorro, en leña, del 50 por ciento para el secadero.

La propuesta es utilizar los palitos en el proceso de secado de yerba mate, dando una utilidad a un subproducto que hoy es considerado un desecho. Todo en la línea de encontrar alternativas a la leña proveniente del monte nativo, y a su vez hacer más rentable la industrialización del producto.

Los resultados de la pesquisa fueron publicados en el 4º Congreso Sudamericano de la Yerba Mate, llevado a cabo el año pasado en Posadas.

Es sabido que, en la planta de yerba, la parte con valor económico es la hoja, y los palos pueden estar presentes en el paquete sólo en un 35 por ciento, según la legislación actual. Pero estudios realizados sobre el contenido de palos y hojas, tanto en el sur como en el norte, permitieron encontrar “valores muy coincidentes, que oscilan en un 40 por ciento de palos y 60 por ciento en hojas, promedio. Estos porcentajes pueden variar un poco con la época de cosecha y con diversos factores climáticos y agrotécnicos”, asegura el informe. Por lo tanto, aproximadamente un 20 por ciento del volumen total procesado, hoy es desechado.           

Los científicos Rodolfo Känzig, Carlos Kruzolek y José Jorge Pokolenko aseguran que, en función de la cantidad de yerba mate procesada por día en un secadero a cinta, “observamos que con los palos separados, en las zarandas, podríamos abastecernos parcialmente de un 50 por ciento de combustible, y con ello tendríamos un ahorro económico importante”.

A pesar del resultado alentador, aún resta solucionar el problema de que el palo de yerba mate “es un material liviano, ocupa un espacio muy grande, y esto es muy incómodo en cuanto a la manipulación del stock”.

Para esta cuestión, proponen dar un tratamiento a los palitos “convirtiéndolo en briquetas y, de esta manera, lo tendríamos en un espacio de stock menor. Además, mejoraríamos el poder calorífico en función del volumen”. También recomiendan “mantener la leña bajo techo, por la humedad”.