El encuentro se llevó adelante del 25 al 27 de octubre en la Universidad Nacional del Litoral. Los integrantes del grupo Plan Fénix dieron a conocer las propuestas de trabajo para el período 2006 – 2010. Según afirmaron sus integrantes este plan es posible “porque la Universidad pública argentina es creíble” y su eje principal es saldar la deuda social argentina.

“La inclusión social, el bienestar y la educación: imperativos para el desarrollo” es el nombre del Plan Fénix II 2006 / 2010 que se presentó el pasado miércoles 25 de octubre, en el marco de la V Reunión Pública del Plan Fénix que se desarrolló hasta el viernes 27 en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), conjuntamente con el VII Encuentro Nacional de Economías Regionales y el IV Encuentro del nodo Región Centro de Economías Regionales.

“Para la UNL es una gran satisfacción, un orgullo que se haya elegido como sede del lanzamiento del Plan Fénix, sobre el cual se viene trabajando desde hace siete años a partir de un grupo que nace en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA”, destacó el rector de la UNL Ing. Mario Barletta en el acto de inauguración de las jornadas. “Uno de los valores más significativos que tiene el Plan es el haber incrementado la actividad, haber planteado la necesidad de la incorporación de diferentes miradas y esto es lo que le ha dado legitimidad al plan, más allá de los valores académico y científico que en él se muestran”, indicó. “Es una demostración de una construcción colectiva en la que participan muchos actores y que se han sumado muchísimas universidades”, finalizó el rector.

“La universidad tiene que hacer las cosas con documentación, con rigurosidad científica, y así lo hicimos y lo transmitimos a la sociedad, porque esa es la función del sector universitario”, afirmó el Director del Proyecto Estratégico Plan Fénix Abraham Gak, y agregó que si el Plan Fénix es posible es porque “la Universidad pública argentina es una institución creíble”. Asimismo, indicó: “Sin utopía no se puede tener futuro y en los momentos de crisis lo que hace falta es justamente la utopía para pensar que tenemos un futuro”.

Durante el mismo acto –que se desarrolló en el Paraninfo de la casa de estudios- se entregaron los diplomas de Huésped de Honor a los integrantes del Proyecto Estratégico Plan Fénix en reconocimiento a su trabajo y trayectoria. De esta manera, recibieron el galardón Aldo Ferrer, Benjamín Hopenhayn, Saúl Keifman, Alberto Müller, Alejandro Rofman, Jorge Schvarzer y Abraham Gak.

Crecimiento Sostenido

Atento a las necesidades actuales, el grupo elaboró un proyecto de trabajo para el período 2006 – 2010 que consiste en un ejercicio de simulación y consistencia macroeconómica para la economía argentina, que fue presentado en la UNL. Para la conclusión de este proyecto han sido fundamentales los debates permanentes en el seno del Plan Fénix así como los materiales producidos y debatidos en seminarios y reuniones de diverso tipo, y los aportes de múltiples actores sociales.

“El Plan Fénix I surgió en un momento crítico de la economía nacional, en el año 2001, cuando la economía venía experimentando las consecuencias de un prolongado período de políticas cerradas y nosotros advertimos en aquellas reuniones del año 2001 qué era lo que se podía esperar”, afirmó Aldo Ferrer. Asimismo, reconoció que si bien las ideas fundacionales del programa siguen siendo las mismas desde su fundación hasta ahora, la situación actual es totalmente distinta, ya que “cinco años después la economía ha tomado un rumbo distinto, el país ha recuperado el comando de su realidad y queda pendiente la agenda social”.

Al respecto, Abraham Gak explicó que los ejes fundamentales de este nuevo plan “son el desarrollo y la equidad en la distribución del ingreso. De modo que este crecimiento extraordinario que hemos tenido en estos cuatro años y que, a nuestro juicio, va a seguir manteniéndose en niveles muy importantes en 2007, 2008, 2009 y 2010, nos permita encarar una política de redistribución del ingreso y una participación mucho mayor del sector asalariado en la apropiación de los frutos de ese crecimiento. Para ello formulamos esta serie de propuestas, que son el eje de nuestra forma de pensar”.

Ferrer también explicó que el plan tiene un modelo de simulación de la economía que indica que “dada la realidad existente, la economía puede sostener hasta el 2010 y después una tasa de crecimiento elevado, que permite elevar el empleo, aumentar los recursos disponibles y a partir de esa posibilidad generar una política social y económica que fortalezca la competitividad y sobre todo la distribución del ingreso”.

Políticas sociales

“Una fuerte tasa de crecimiento del empleo es la más importante de las políticas sociales”, afirmó categórico Ferrer, al tiempo que agregó que simultáneamente se deben llevar a cabo políticas públicas de “educación, salud, defensa del medio ambiente, que son las que permiten darle acceso a la gente al conocimiento y al bienestar. Esos son los dos grandes pilares que se sustenta el plan: crecimiento del empleo y políticas activas de carácter social”.

En su alocución, el especialista Alberto Müller afirmó que la “primera enseñanza que recibimos de décadas anteriores es que las sociedades no se constituyen solamente con el mercado. Únicamente un patrón de desarrollo inclusivo es sostenible, y esta tarea no la podemos dejar en manos del mercado”, constituyendo el requerimiento esencial para tal fin un Estado fuerte. En este marco, Müller señaló necesario instrumentar una fuerte política de subsidios, ejemplificando los casos de subsidios para las madres con hijos hasta 17 años, otro para los ancianos independientemente de su trayectoria laboral, y para personas con dificultades de empleo a través de un seguro de empleo y capacitación como formas de inserción laboral plena. También Müller destacó que es imprescindible la “universalización de la actividad educativa hasta los 17 años y estrategias de rescate de los que abandonaron el sistema educativo”. Por último, el especialista remarcó que “las políticas sociales no tienen que ser una red para los caídos del sistema sino una política de desarrollo, porque para este fin el mercado solo no alcanza”.

 

Políticas macroeconómicas y producción

 

Saúl Keifman consideró como uno de los objetivos clave “orientar las políticas macroenomómicas para lograr un crecimiento sostenido con equidad”, y de este modo lograr una gran generación de empleo. También indicó que si bien en los últimos tiempos creció la inversión “hay que estimularla, sobre todo la reproductiva, y el ahorro interno”, e intentar “reducir la deuda externa argentina para ganar autonomía en la toma de decisiones”. Además, Keifman se explayó en la necesidad de defender la competitividad de la producción nacional, tener una política de tipo de cambio competitivo y fortalecer el peso como reserva de valor, finalizando con la afirmación de que “no existen experiencias exitosas de desarrollo en las cuales el Estado no cumpla un rol central”.

“La Argentina debe desarrollar todas sus políticas productivas enfatizando el impulso al desarrollo industrial, ya que la industria es y ha sido en el mundo el factor de desarrollo social”, afirmó categórico Jorge Schvarzer. Y si bien mucho se ha afirmado que las actividades primarias y los servicios son suficientes, el especialista explicó que “por supuesto que son actividades importantes y hay que alentarlas, pero esto no implica que la Argentina pueda crece a partir de estas actividades”. Ejemplificando sobre el tema, Schvarzer sostuvo que para el desarrollo industrial hay que elegir “aquellos sectores en los que la Argentina tiene ventajas comparativas”, como en los productos alimenticios y en los fármacos.

Por último, el especialista indicó que las principales premisas para una política productiva en Argentina son “incentivar el desarrollo de actividades científicas y técnicas y su interacción con el sector productivo, crear un banco de desarrollo y generar políticas que aseguren el apoyo a los industriales”.

(Fuente: Prensa Institucional UNL)