Durante la capacitación denominada el Rol de la visión del emprendimiento, se trabajó en la importancia de la misión y visión para el éxito del emprendimiento, brindando las principales técnicas y herramientas que facilitan su materialización. El curso estuvo a cargo de Gustavo Miazzi y Hugo Amante. La misma fue organizada por la Universidad Nacional del Litoral (UNL) a través de la Secretaría de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo.
Misión y visión: el plan de negocios
La propuesta del curso, según Hugo Amante, fue identificar la misión y visión de un emprendimiento mediante preguntas específicas como por ejemplo: cuál es el negocio, quiénes son mis clientes de interés y cuáles serán las necesidades a satisfacer.
“La `misión´ es conocer el negocio, conocer el cliente y tratar de satisfacer sus necesidades; mientras que la `visión´ refiere a cómo querés que te vean en un futuro, cómo te proyectás”, definió Miazzi. Estos dos términos, tienen que ver con el éxito del emprendimiento, porque “si tenés clara la misión y la visión, tenés claro el negocio y tenés menos posibilidades de fracasar en el futuro”, aseguró Hugo Amante. Sin embargo, “que no se logre el éxito en un emprendimiento no quiere decir que el emprendedor `se venga abajo´, siempre se encuentran nuevas posibilidades, se generan nuevas redes de contacto y nuevos conocimientos que sirven para otros proyectos”, prosiguió el especialista. Luego, misión y visión serán la base para toda la planificación del emprendimiento: objetivos estratégicos, programas y tareas. Todo esto se instrumenta en un plan de negocios, que funciona como una herramienta de planeación, organización, coordinación y control y evaluación del emprendimiento.
Perfil emprendedor
“Emprendedor no se nace, se hace”, aseguró Gustavo Miazzi, es posible fomentar la capacidad emprendedora. Sin embargo, existen ciertas cualidades comunes: “la persona emprendedora se caracteriza por ser entusiasta, perseverante, creativa, por ver más allá del común denominador, por tener un sueño y querer concretarlo, es una persona diferente al resto”, destacó Miazzi. Toda persona puede convertirse en un emprendedor y en este punto la formación cobra un rol muy importante. La capacitación permanente y la búsqueda de nuevos recursos es fundamental para no quedar afuera del mercado. Desde la Universidad se generan diversas instancias y espacios para fomentar la iniciativa emprendedora en los jóvenes estudiantes y minimizar los riesgos al emprender un nuevo proyecto.
“Si no ejercés tu propio sueño, trabajás para el sueño de otro”, afirmó el docente, reforzando la iniciativa de dar vida a los proyectos personales, salir de la zona de confort, arriesgarse y animarse a emprender.