El sistema fue diseñado principalmente para móviles con pantalla táctil como teléfonos inteligentes o tabletas. Un administrador configura la aplicación e incorpora imágenes de acciones que están vinculadas a diversas categorías, como higiene, alimentación, estados de ánimo, entre otras. “Esto se basa en herramientas llamadaspictogramas, que originalmente son gráficos estáticos (cuadernos o tablas), donde están todas las imágenes. La persona busca la imagen deslizando su dedo sobre la pantalla táctil y señala aquella que representa la acción que quiere comunicar”, explica a Argentina Investiga Alejo Giles, director del proyecto.
El equipo de trabajo, conformado por estudiantes y docentes de las carreras Ingeniería Electromecánica e Ingeniería en Sistemas, considera que es una herramienta apropiada porque es cada vez más masiva, muy accesible y de fácil uso, tanto para el terapeuta que la configura como para el usuario; de modo que permite una rápida implementación. “Es útil para comunicarse fuera del entorno de asistencia diaria, que no está acostumbrado a comunicarse con esta persona. Creemos que le mejora la calidad de vida en ese sentido”, reflexiona Giles, quien se desempeña en la cátedra de Computación II. Además de la comunicación, este sistema informático permite mejorar también las posibilidades de aprendizaje.
Sistemas alternativos y aumentativos de comunicación
Para atender las necesidades de comunicación de las personas que tienen afectada su capacidad en el habla se utilizan losSistemas Alternativos y Aumentativos de Comunicación (SAACs). Los primeros complementan el lenguaje oral cuando, por sí solo, no es suficiente para entablar una comunicación efectiva. Los segundos, lo sustituyen cuando aquel no es comprensible o está ausente.
En estos sistemas es común la utilización de signos pictográficos, voz digitalizada, voz sintetizada, entre otras herramientas. En la actualidad, los dispositivos electrónicos como los que están siendo utilizados en este proyecto, disponen de una mayor funcionalidad: la comunicación, la interface gráfica, el reconocimiento táctil, la portabilidad, el almacenamiento, la localización y los servicios multimedia. A diferencia de otras aplicaciones similares, la de la Facultad de Ingeniería “es más configurable y adaptada a las necesidades de la persona”, comenta Giles.
El dispositivo se encuentra en etapa de prueba: el grupo está realizando los ensayos y ajustes necesarios con el usuario final, que en este caso es María Esther (45 años), quien padece de una parálisis cerebral con afasia expresiva y retraso mental.
“El resultado hasta el momento es satisfactorio: el uso de la tablet le permite informar sus necesidades básicas y elegir los talleres en los que quiere trabajar. Si bien hace poco que la está utilizando, esperamos que pueda comunicarse e interactuar en forma adecuada sobre su entorno inmediato a fin de lograr igualdad de condiciones y un cierto grado de autonomía e independencia en sus habilidades de la vida diaria”, sostiene Claudia Bustamante Sendra, directora del “Centro de Día”, un espacio que ofrece atención integral a niños, jóvenes y adultos con discapacidad mental, multimpedidos, con déficit sensorial y conductas autistas, en la ciudad de General Pico.
El “Centro de Día” pertenece a la Asociación de Padres, Amigos y Protectores (APAP), ONG que junto a Centro de Irregulares Motores intervienen en esta iniciativa desarrollada por la Facultad de Ingeniería.