El dispositivo submarino tiene una forma esférica de 25 centímetros de diámetro, similar al tamaño de una pelota de fútbol y servirá para inspeccionar visualmente el interior de los recipientes a presión de los reactores nucleares. Lo más innovador de la propuesta es su sistema de propulsión, que se basa en chorros de agua o jets. “Es similar a la propulsión de los calamares y pulpos”, ilustró el joven ingeniero egresado del Instituto Balseiro (IB).
Matías Robador es uno de los veinte ganadores en la categoría “Innovación en la Universidad” del concurso nacional de innovaciones INNOVAR que promueve el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. “El robot es una innovación porque actualmente no existen muchos otros dispositivos submarinos destinados a este tipo de aplicaciones nucleares. De hecho, son contados con los dedos de las manos los que pudimos encontrar en la búsqueda bibliográfica, y algunos de ellos todavía están en desarrollo, al igual que Robotino”, resaltó el profesional que concretó su proyecto como trabajo final de la carrera Ingeniería Mecánica del IB, que depende de la UNCuyo y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
Robador nació en Jujuy pero vivió casi toda su vida en Salta Capital, tiene 23 años y realizó los primeros dos años de Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Salta. Luego se presentó al examen de admisión en el Balseiro, donde ingresó con una beca completa (todos los estudiantes de grado reciben becas completas otorgadas por la CNEA para estudiar en el Instituto).
El proyecto distinguido se concretó bajo la dirección de Luis Rovere y la co-dirección de Sol Pedre. “También tuve algunos aportes y el apoyo constante de todo el grupo de Robótica del proyecto de la Central Argentina de Elementos Modulares (CAREM) de la CNEA”, destacó el ingeniero, quien bautizó a su creación “Robotino, el robot submarino” para presentarse al certamen nacional.
“Decidí estudiar ingeniería porque es lo que me apasionó desde chico. Siempre me interesé por saber cómo funcionaban algunas máquinas. Me llamaban mucho la atención los mecanismos, los movimientos, las luces, la electricidad. Ahora quiero cursar en el Balseiro la carrera de Maestría en Ingeniería. De ser posible, me gustaría trabajar en el mismo grupo de Robótica, y continuar con el mismo proyecto: Robotino 2.0”, sostuvo el profesional sobre su futuro.