El novedoso aparato ortopédico desarrollado por investigadores de la carrera de Diseño Industrial fue pensado para cubrir las necesidades de personas con motricidad disminuida y ofrecerles la posibilidad de disfrutar del entorno de la playa con su familia y en sociedad de la manera más agradable posible, intentando sortear los trastornos que se presentan a la hora de tener que transitar por suelos blandos.
Con la premisa, “La Playa es de Todos”, el original proyecto de la UNLP fue seleccionado en la convocatoria anual del Programa Universidad, Diseño y Desarrollo Productivo dependiente del Ministerio de Educación de la Nación.
De acuerdo a las explicaciones aportadas por los desarrolladores, la silla de ruedas está fabricada en cuerpos huecos de plástico reforzado con fibra de vidrio (PRFV) y en su versión industrializada, en rotomoldeo de polietileno de alta densidad (PEAD). Por sus características técnicas y morfológicas, la silla también puede ser usada dentro del agua.
El rotomoldeo o moldeo rotacional es un proceso por el cual se introducen macromoléculas en estado líquido o polvo dentro de un molde y éste, al girar en dos ejes perpendiculares entre sí, se adhiere a la superficie del molde, creando piezas huecas. “Por el diseño y la tecnología empleada se logra que el usuario no sólo sea un espectador del mar sino que también pueda sumergirse dentro de él”, resaltó el ingeniero Gustavo Pepe, director del proyecto.
Y agregó: “la decisión de optar por un prototipo de PRFV se resolvió tras un proceso de investigación que derivó en varias alternativas de producción sobre qué materiales y mediante que métodos se podía obtener un producto confiable”.
El proyecto se desarrolló en la extensión que la Facultad de Bellas Artes tiene en el Partido de La Costa, con alumnos que residen en ese municipio. En este sentido, Pepe consideró que “este trabajo, además de apostar a la integración, es muy significativo para atraer el interés de las autoridades locales y sensibilizar la atención de la población con las posibilidades concretas que nos ofrece el diseño industrial en la mejora de la calidad de vida”.
Por su parte, el co-director del proyecto, el diseñador industrial, Ricardo Romero, remarcó que “el Partido de La Costa tiene características muy particulares por su geografía e interés turístico, y creemos que la formación de estos diseñadores puede tener varios aspectos positivos al poner en práctica a la disciplina en áreas específicas en el interior del país”.
“La producción de esta pieza también tiende a fortalecer la responsabilidad social empresarial dentro de un nuevo concepto del negocio turístico, contemplando la inclusión de las personas con discapacidad en los estándares de calidad de vida asumidos como bienestar para el resto de la población”, reflexionaron los inventores.
También es importante remarcar que la silla de ruedas anfibia se conforma, en gran parte, con excedentes de residuos plásticos que abundan durante la temporada de verano y que de esta forma pueden ser reciclados y aprovechados reduciendo el impacto ambiental.