Antes de cerrar un 2013 de fructífero trabajo en conjunto, la UNL y el Conicet, crearon el 10º instituto de investigación de doble dependencia. Se trata del Instituto de Salud y Ambiente del Litoral (ISAL) que surge sobre la base de más de dos décadas de desarrollos de investigadores UNL- Conicet en el Laboratorio de Endocrinología y Tumores Hormonodependientes (LETH), en la FBCB. Se trata de investigadores que se avocaron a investigar moléculas que están presentes en el medio ambiente y en la salud; tal el caso de las consecuencias de las concentraciones de bisfenol A (BP) en biberones, juguetes y elementos de uso para bebés y embarazadas, por ejemplo.
Para expandir esta tarea de investigadores y becarios, tanto como la vinculación internacional además de con el sector socio productivo, se crea el ISAL. “En los últimos años hemos duplicado las unidades ejecutoras o institutos doble dependencia UNL-Conicet, lo que indica un fuerte compromiso por seguir apostando a la investigación y al desarrollo en nuestra Universidad”, consideró el rector Albor Cantard luego de repasar que la UNL y Conicet cuentan ya con 10 institutos de investigación. Ellos son el INALI, INLAIN, IMAL, INCAPE, INTEC, IAL, CIMEC, IciVet- Litoral e IFIS-Litoral al que ahora se suma el ISAL.
Así también lo valoró la secretaria de Ciencia y Técnica, Érica Hynes: “Desde el punto de vista de la UNL hemos tenido en el último año, 2013, muy buena relación con el Conicet, se ha reanudado una actividad muy fuerte luego de la firma del convenio marco en 2012. De esta menara, la mayoría de los grupos de investigación que ya tienen una masa crítica de recursos humanos altamente capacitados, se han constituido en unidades ejecutoras”, aseguró.
Impactos
Los trabajos científicos de este grupo pusieron en duda las concentraciones de bisfenol A (BPA) consideradas “seguras” para la salud humana y así en agosto de 2010, se presentó en la Cámara de Diputados de la provincia, un proyecto de ley que prohíbe la fabricación, importación, distribución y venta de productos que contengan BPA como biberones, juguetes y elementos de usos médicos utilizados para bebés y mujeres embarazadas en la provincia.
El equipo de profesionales dirigidos por Enrique Luque y Mónica Muñoz-de-Toro contribuyó también con sus investigaciones para que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, según sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos se decida a investigar el tema, y posteriormente las cámaras legislativas estadounidenses solicitaron la revisión de las dosis consideradas “seguras” y pidieron la rotulación de los recipientes que contienen BPA. Por su parte, el Ministerio de Salud de Canadá solicitó a su gobierno la prohibición del uso de biberones de plástico que contienen policarbonato. Como corolario, algunas conocidas cadenas comerciales retiraron los biberones de sus góndolas.
Enrique Luque es quien hoy dirige el ISAL y menciona que “la línea de mayor consolidación a la fecha son los efectos sobre la salud de químicos con actividad hormonal (perturbadores endocrinos) y que contaminan el ambiente”.
A estas líneas suma, además, el desarrollo biotecnológico, pues en el ISAL se producen proteínas recombinantes de interés para el diagnóstico y tratamiento médico, tanto para la salud humana como animal.
Además, este frondoso trabajo está estrechamente vinculado con la Maestría en Salud Ambiental que es parte de la oferta de posgrado de la UNL. Así, Luque asegura que “todos los integrantes del ISAL son docentes investigadores y desarrollamos tareas de grado y posgrado. Estas actividades continuarán y, la creación del Instituto, brindará un marco que apoyará aún más la ejecución de tesis doctorales y tesinas de grado”.