Ingenieros de Junín le dieron forma a la idea de fomentar para uso estructural (vigas para techos de viviendas u otras edificaciones) la utilización de madera laminada, en remplazo de vigas aserradas de madera nativa, contribuyendo esta alternativa a la preservación de los bosques.

El álamo, ¿servirá para construir. Hasta ahora se trataba de una madera con mala prensa cuando se hablaba de su resistencia estructural.

A pesar de los prejuicios, un grupo de ingenieros del oeste de la provincia de Buenos Aires se propuso el objetivo de determinar las propiedades tecnológicas de dicha madera con el fin de identificar los posibles usos en la construcción.

La madera laminada para uso estructural consiste en unir por encolado, varias láminas delgadas de madera. Las láminas se ejecutan a partir de tablas cepilladas, habitualmente de 25 milímetros de espesor, con los defectos adecuados a la clase resistente esperada. Las láminas pueden llegar a tener una longitud de entre 10 y15 metrosuniendo tablas a través de la denominada “unión finger”. Luego se encolan y unen las láminas una sobre otra hasta alcanzar la dimensión deseada, efectuándose finalmente un prensado a las mismas hasta el fraguado de la cola.

La innovación radica en la utilización de madera de especies de implantaciones de crecimiento rápido. Si bien se utilizan algunas variedades de maderas de reforestación provenientes de diferentes zonas de Argentina (como Araucaria angustifolia de Misiones, Pinus taeda y Pinus elliottii de Misiones y Corrientes, y Eucalyptus grandis de la Mesopotamia), la idea fue poder darle aplicación estructural a madera de una especie que no es muy demandada para trabajos de carpintería en general, ya que se la usa generalmente para embalajes y ataúdes.

Para ello fue necesario analizar las características de la madera de álamo y descubrir las bondades de dicha especie para revalorizarla.

El álamo en general se presenta como una especie de rápido crecimiento, baja densidad de la madera y rigidez.

La transición entre la madera juvenil y la madura ocurre a los aproximadamente 10 años; la baja densidad de este clon (alrededor de los 400 kg/m3) le permite a esta madera poseer una relación resistencia/densidad muy interesante (comparable a la de otros materiales utilizados en estructuras), y la rigidez aporta una muy buena estabilidad dimensional. Estos parámetros le confieren a la madera de esta especie aptitud para su uso estructural, pudiendo satisfacer las condiciones para fabricación de vigas laminadas o como vigas aserradas para pequeñas luces.

Vigas de madera laminada encolada

El cultivo del álamo se caracteriza por la homogeneidad de las plantaciones. Existen en Argentina varios clones de Populus. La selección del clon Populus deltoides “Australiano 129/60” se debe a su buen mejoramiento genético y además presenta una importante superficie forestada en el Delta del Río Paraná con un buen estado sanitario.

“Otro aspecto a tener en cuenta es que esta zona está ubicada en la parte central de nuestro país, a poca distancia de los grandes centros de consumo, lo que minimiza la incidencia del flete, bajando el costo final del producto”, explica en diálogo con EL OTRO MATE el Ingeniero Miguel Tortoriello, Codirector del proyecto.

El equipo de trabajo que lo consiguió, pertenece a la UNNOBA (Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires), dirigido por el Ingeniero Alfredo Guillaumet en conjunto con Tortoriello. Al grupo lo componen los Docentes Investigadores Cecilia Filippetti y Luis Seewald, los alumnos investigadores en Ingeniería Mecánica César Mossre, Patricio Arrien, Augusto Carrizo, Nehuén Perez Castelli y Juan Martín, y en Ingeniería Industrial Diego Fernández, Julio Lombardi y Emanuel Perchante.

La alternativa de utilización de vigas de madera laminadas que se construyen con maderas de bosques implantados de rápido crecimiento, favorece la protección de bosques nativos. Una viga aserrada (la tradicional de una sola pieza) es extraída en los bosques nativos, de árboles que tal vez posean 80 años para lograr la dimensión adecuada. La madera para la fabricación de vigas laminadas de bosques implantados está disponible en aproximadamente 15 años y el procesado para su fabricación permite darle las dimensiones deseadas.

¿Cómo se puede acceder al desarrollo?

“Un profesional de la construcción para dar respuesta a un proyecto, al momento de seleccionar un material debe conocer las características tecnológicas de cada uno de ellos, o sea que debe contar con una información precisa y confiable de dicho material; no utilizará lo que no conoce. Existe en el país una deficiencia en la caracterización de la madera para su uso estructural de especies de rápido crecimiento (Pinus, Araucaria angustifolia, Eucalyptus, Populus, etc.)”, detalla Tortoriello.

En congresos forestales se han presentado trabajos de investigación sobre mejoramiento genético, industrialización, protección del bosque, impacto social y ambiental de la explotación forestal, pero muy pocos sobre la caracterización tecnológica de la madera de estas especies de implantaciones de crecimiento rápido.

Se ha podido concretar en las Normas IRAM la utilización de tablas de Araucaria angustifolia de Misiones, Pinus taeda y Pinus elliottii de Misiones y Corrientes, y Eucalyptus grandis de la Mesopotamia para la fabricación de vigas laminadas encoladas. No obstante no existen antecedentes que hayan permitido la concreción en una normativa IRAM para tablas de otras procedencias.

Por ese motivo se está llevando a cabo la caracterización de la madera del álamo, específicamente del “Populus deltoides australiano 129/60”.

Este trabajo resultará un insumo importante para el suplemento del Proyecto de Reglamento Argentino para estructuras de Madera actualmente en proceso de redacción en el CIRSOC. Establecerá las bases para la confección de una normativa específica de clasificación de vigas aserradas y tablas, favoreciendo la incorporación del álamo como material para la confección de vigas de madera laminada encolada.

“La redacción del Proyecto CIRSOC 601 “Reglamento Argentino de Estructuras de Madera” exige aumentar el conocimiento sobre el comportamiento mecánico de las especies de acuerdo a su lugar de procedencia. Cada especie por las características de la madera, y el tipo de material genético utilizado en la plantación (semillas provenientes de huertos semilleros o clones), posee un comportamiento distinto, que además está influenciado por el lugar de cultivo y los tratamientos silviculturales aplicados a la plantación.

Indudablemente aumentar el conocimiento de especies de rápido crecimiento implantadas en Argentina y la presentación de sus propiedades a los sectores de consumo incentivará su utilización en remplazo de los elementos estructurales de vigas aserradas de madera nativa, contribuyendo de esta manera a la preservación de los bosques”, asegura Tortoriello.

Máquina de ensayo de tablas  Foto: Miguel Tortoriello

Fuente : EL OTRO MATE