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El trabajo de Luis Foa Torres, especialista en nanociendia, es cuestionar para que una computadora responda. Asegura que el grafeno y otros nanomateriales van a revolucionar la tecnología.

Luis Foa Torres es un orfebre del futuro. Si eras atrás los materiales que marcaron el destino del hombre fueron la piedra, el bronce y el hierro, ahora lo son el acero para la construcción y el silicio de las computadoras. En el futuro será el grafeno y otros diseñados a nivel nanoscópico. En un metro hay mil millones de nanómetros.

Foa Torres (34) es investigador de Conicet y de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de la Universidad Nacional Córdoba (UNC). Investiga el grafeno, un supermaterial: el primero bidimensional, 300 veces más fuerte que el acero, transparente, ultraliviano y un millón de veces mejor conductor que el cobre. Y está en la punta del lápiz con el que usted hace la lista de las compras.

“Dejaremos de usar los materiales ‘al bulto’, sin tener ninguna intervención en sus propiedades, a tener control sobre total sobre ellas. Uno de los cambios será lograr propiedades superiores manipulando los materiales con mucho menos peso y densidad”, augura.

–¿Por qué la nanociencia surge como disciplina en los últimos años?

–Los estudios de nanociencia vienen desde hace tiempo en especial en química pero toma una identidad más definida, cuando se suman otras áreas como física, ingenierías, biología y ciencias de los materiales. Allí surge la necesidad de darle un nombre que esté más allá de cada disciplina. También le dio mucho impulso la aplicación que hay y que habrá.

–¿Por ejemplo?

–En los productos cosméticos se usan diversas nanopartículas para mejorar propiedades.

–¿No es sólo marketing?

–No. Tienen nanopartículas y deben pasar por diferentes estudios, sobre todo, para determinar que no sean tóxicos.

–¿Cómo es el grafeno, el material que estudia?

–El grafeno es una red hexagonal de átomos de carbono. El grafito que está en los lápices está formado por varias láminas superpuestas de grafeno, pero entre ellas no hay uniones fuertes. Entonces, cuando uno escribe con un lápiz va dejando capas de grafeno en la hoja. En 2004 se logró aislar una lámina que tiene un átomo de espesor, eso es un quinto de un nanómetro. Tiene propiedades récord en resistencia mecánica, conductividad eléctrica y térmica y además son casi transparentes. Un nanotubo de carbono es una lámina de grafeno que forma un cilindro.

–¿Qué aplicaciones tendrán estos materiales?

–Se pueden hacer pantallas táctiles y flexibles; se pueden usar como aditivo para mejorar la resistencia mecánica y aumentar la conductividad eléctrica; en electrónica tendrá innumerables usos. Va a ser un cambio radical en las tecnologías. Por el momento, solo se han usado nanotubos en palos de golf y hay algunos prototipos de pantallas flexibles y transistores de estos materiales.

–¿Cómo estudia algo tan pequeño?

–Estudio cómo se mueven los electrones en estas estructuras y qué pasa cuando la someto a una causa externa como luz, una fuerza mecánica o cambios térmicos. El objetivo es lograr buenas descripciones que luego permitan desarrollar nuevas tecnologías.

–¿Pero cómo hace eso?

–Realizo simulaciones en computadoras. Formulo una pregunta, la traduzco a un código que la computadora resuelve y me sirve para afinar la pregunta. Picasso decía que las computadoras son inútiles porque solo dan respuestas. Lo más importante en ciencia son las preguntas. Siempre se parte de una pregunta que no es correcta, sino sería muy fácil y menos divertido hacer ciencia.

–¿No realizan experimentos?

–Nos sería muy difícil hacer experimentos con nanotubos de carbono. Son difíciles de manipular. El grafeno es más fácil y lo podemos hacer nosotros con cinta adhesiva y grafito.

–¿Con cinta adhesiva?

–Los que aislaron y caracterizaron por primera vez este material lo hicieron de esta forma y obtuvieron el Premio Nobel en Física 2010. Nosotros logramos verlo y estudiarlo en un microscopio y con otros instrumentos. Ahora vamos a colocarle electrodos para ver cómo se comporta. También analizaremos sus cualidades según la temperatura.

–¿Se estudian las consecuencias ambientales y en la salud de la nanotecnología?

–Con el grafeno parece haber muchos menos problemas que con los nanotubos de carbono. Al ser un tubo, tiene dimensiones pequeñas y se puede meter en las células. El grafeno es una lámina y las dimensiones son más grandes. En productos que sean para la salud deben pasar por los mismos estudios que un medicamento o cosmético.

Periplo. Foa Torres llegó hace tres años a Córdoba después de un periplo de cinco años por Europa donde descubrió que la nanociencia iba a ser su área de estudio (en Grenoble, Francia), consiguió novia (en Dresde, Alemania) y se hizo fanático del café (en Trieste, Italia). “Si me falta el café, mi rendimiento baja a cero. Tomo cinco cafés por día. Me compré una máquina exprés para mi oficina”, dice y ofrece una taza.

–¿Qué país le gustó más?

–Cada país tiene lo suyo. En Francia la vida es interesante y estaba cerca de los Alpes. En Alemania se aprovechaba el tiempo libre, porque hay muchos espacios verdes y uno se puede manejar en bicicleta. En Italia estaba en un centro de Física de todo el mundo, una Torre de Babel. Y el verano en el Mar Adriático era fabuloso.

Reunión en Carlos Paz

Entre el lunes y el miércoles se realizará en el Hotel Portal del Lago (Villa Carlos Paz) la reu­nión Nano-Córdoba 2012, con el objetivo de generar un espacio interdisciplinario de discusión sobre esta disciplina. En la provincia hay unos 100 investigadores en nanociencia. En Internet, www.nanocordoba2012.com.ar