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El estudio se realiza en la FCA en el marco de los Servicios Altamente especializados a Terceros que la UNL brinda a distintas empresas de la región. El objetivo es estudiar el comportamiento de la alfalfa cuando se usa un producto de aplicación foliar, en este caso elaborado por S. Ando & Cía S.A, empresa que contrató el servicio de la UNL.

De acuerdo a una política de vinculación con el medio social y productivo de la región, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) brinda, a empresas de la región, organizaciones, al Estado y a particulares que así lo requieran, servicios de distinta naturaleza a través de los cuales pone a disposición todas sus capacidades científicas y técnicas.

En este marco, en abril de 2005 la casa de estudios a través de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA), comenzó a desarrollar para la empresa S. Ando & Cia S.A un Servicio Altamente Especializado a Terceros (SAT) titulado “Evaluación de la aplicación foliar de microelementos en alfalfa”.

Este proyecto, cuya unidad ejecutora es la cátedra de Forrajes de la FCA, consiste en la realización de un ensayo de tres años de duración y tiene como objetivo estudiar el comportamiento de la alfalfa cuando se usa un producto de aplicación foliar, en este caso elaborado por la empresa S. Ando & Cía S.A. En tanto, dichos estudios se llevan adelante con una de las variedades de alfalfa creadas por la unidad ejecutora denominada “Esperanza UNL”, que fuera generada en función de las necesidades regionales, de gran adaptación, producción y persistencia.

Alfalfa, un recurso indispensable

Según explicó la responsable de la unidad ejecutora del SAT, Laura Dalla Fontana, en la cuenca lechera santafesina de la Región Central de la Provincia de Santa Fe, la alfalfa constituye la base de la alimentación de los tambos. Sin embargo, estas pasturas en el centro –este de la región no producen a su máximo potencial.

De esta manera, para una correcta utilización de la alfalfa es importante considerar el crecimiento de la planta y el nivel de reservas de la raíz y corona, el momento de corte o pastoreo, la producción, la calidad y persistencia del cultivo. En este sentido, el mantenimiento de la fertilidad del suelo es el requisito más importante para producir cantidad y calidad de forraje y la demanda de nutrientes crece permanentemente asociada al uso cada vez más intenso del suelo y a los mayores rendimientos logrados. Además el productor ganadero tiene que producir más por hectárea sembrada, debido al desplazamiento por la agricultura.

“En esta zona tambera, el productor usa de manera intensa las pasturas de alfalfa porque los animales requieren diariamente de forrajes en cantidad y calidad que les permita tener una producción de leche estable. Es por eso que muchas veces no es suficiente el descanso entre cortes o pastoreos”, explicó Dalla Fontana y además agregó: “Y, contrariamente a lo que se pensaba, que sembrando alfalfa se tenía solucionado el problema de fertilidad del suelo por la fijación del N atmosférico a través de la planta, el uso tan intenso que se realiza es tan extractivo como cualquier cultivo agrícola y hay que indefectiblemente reponer lo que se va”.

Además, entre las desventajas, Dalla Fontana enumeró que “corte tras corte, las energías internas de las plantas de alfalfa se van gastando, ya que dichos rebrotes se producen a expensas de las reservas de corona y raíz que logran acumular durante la etapa de rebrote”, y continuó explicando que “sumado a ello, en esta zona, hay elementos limitantes propio de estos suelos como son el fósforo y el azufre. Frente a una demanda inadecuadamente satisfecha de un elemento nutritivo, se altera profundamente la demanda del resto de los demás nutrimentos, reduciéndola en general al compás de una menor producción de materia seca, en proporciones variables según el elemento que se trate”.

En este contexto, Dalla Fontana manifestó: “A raíz de una larga trayectoria de estudios dentro de la línea de investigación del cultivo de alfalfa en la cátedra de Forrajes de FCA, incluyendo la creación de una variedad líder denominada “Esperanza UNL”, a partir de un convenio SAT, surgió la inquietud de la empresa S. Ando & Cía de evaluar el comportamiento productivo de un fertilizante de aplicación foliar producido por esta firma, denominado “Elemental” compuesto de micronutrimentos sobre el cultivo de alfalfa en esta zona, evaluación que se desarrolla con miras a favorecer la actividad lechera en relación a una problemática como es la deficiente producción de forrajes de este cultivo en esta zona, la cual no cumple con las expectativas del productor y siendo la principal fuente alimenticia pastoril, la fertilización foliar es una alternativa que contrarresta el deterioro progresivo de los alfalfares”.

Sobre el estudio

El servicio que brinda la UNL está en sus primeras etapas de desarrollo y ya se están encontrando resultados sorprendentes con la aplicación foliar de los micronutrimentos que posee este producto “Elemental” cuando se ha usado complementariamente a la aplicación de nutrientes deficientes en el suelo, como son el fósforo y el azufre.

Así, en la localidad de Colonia Pujato, en los campos donde se hicieron las pruebas hubo diferencias de hasta un 59 % y en los de la localidad de Grutly, de hasta el 45%, rondando un promedio del 35% de aumento de materia seca en general.

Al respecto, Dalla Fontana explicó que “esto puede explicarse porque una vez satisfechas las necesidades de macronutrimentos, las plantas producen más y estarían demandando otros elementos menores, más aún con manejos exigentes para las plantas en sistemas tan intensivos, y la utilización de fertilizantes foliares es una fortaleza para el incremento de la oferta de pasto y la reducción de los costos fijos de materia seca, reflejado no sólo por la mayor producción por corte sino en adelantos de pastoreos, por lo que el productor, con técnicas sencillas a su alcance se verá beneficiado”.

Cabe destacar que, en el transcurso de los ensayos, en tanto, el estudio completo se realizará según un diseño experimental que permita comparar los resultados entre el testigo y cuando se usan fertilizantes incorporados al suelo con y sin aplicación foliar. En este sentido, se evaluará el desarrollo radicular, producción, persistencia de plantas y calidad forrajera de todos los tratamientos para determinar las cualidades del producto de la empresa, en tanto que, mientras dure el ensayo, se controlarán malezas, plagas animales y enfermedades cuando se considere necesario.

(Por Virginia Chekirdimian - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. - Fuente: Prensa Institucional UNL))