El proyecto es dirigido por la Cátedra de Clínica Medicinal de Ciencias Exactas. Será financiado por el laboratorio argentino MediPharma.
El presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Gustavo Azpiazu, firmó un convenio de Investigación y Desarrollo con el laboratorio argentino MediPharma S.A. –con sede en la localidad platense de Los Hornos- para iniciar las pruebas preclínicas y clínicas que permitirán lanzar un nuevo fármaco anticonvulsivo al mercado farmacéutico. Se trata de un profármaco derivado del ácido valproico, un agente antiepiléptico empleado en el tratamiento de varias formas de epilepsia, que lograría eliminar los efectos secundarios adversos que producen los tratamientos conocidos hasta el momento.
“Es fundamental que en los claustros de la UNLP se investiguen temas que luego puedan extenderse a la sociedad, este es un campo en el que necesitamos profundizar el trabajo”, dijo el presidente de la Universidad Gustavo Azpiazu. Además agregó que este tipo de acuerdos nos dan un sustento económico que, como todos sabemos, suele ser una traba para el pleno desarrollo de nuestra capacidad en ciencia y tecnología”.
“Desarrollaremos en conjunto con la UNLP la fase de prueba en animales y luego con humanos un anticonvulsionante que permitirá tratar la epilesia con dosis mucho menores a las que se deben utilizar actualmente”, dijo Ricardo Luis Elicabe, presidente de MediPharma, luego de firmar el convenio con Azpiazu. La investigación busca desarrollar un comprimido de 5 a 10 mg por dosis, una medida considerablemente menor que en la que actualmente se venden los anticonvulsionantes de 500 o 250 mg. La dosis más pequeña reducirá también los efectos colaterales indeseados del fármaco.
El desarrollo del nuevo profármaco estuvo a cargo del investigador y director de la Cátedra de Clínica Medicinal de la Facultad de Ciencias Exactas, Luis Blanch. Hasta el momento se han realizado con éxito las primeras fases de pruebas sobre ratones de laboratorio. Según explicó Blanch “las experimentos realizados hasta el momento nos permiten ser optimistas en cuanto a la eliminación de los efectos secundarios”, y agregó que “es precisamente por ello que MediPharma ha confiado en nuestra capacidad de investigación y decidió aportar sus recursos económicos y tecnológicos en un emprendimiento conjunto con la UNLP”.
El convenio, está orientado a obtener nuevos medicamentos, es decir nuevos fármacos antiepilépticos, patentables. Para ello, el laboratorio Medipharma financiará la investigación y desarrollo en relación a las fase preclínicas y fase 1 clínica de nuevos fármacos antiepilépticos con el objeto de producir, distribuir y comercializar los productos patentados dentro de la Argentina y en el exterior. Las pruebas, que incluyen nuevos experimentos en animales para luego pasar a humanos, comenzarán en enero de 2006 y se realizarán en los laboratorios de la Cátedra de Clínica Medicinal.
En la actualidad, la mayoría de los pacientes que padecen epilepsia pueden encontrar una mejor calidad de vida con el uso de los fármacos antiepilépticos (FAEs) y son sin duda el tratamiento de primera elección y el más utilizado. A pesar de la introducción de diez nuevos FAEs en la década del ‘90, se estima que alrededor del 25% de los pacientes tratados continúan con las convulsiones no controladas. Además, la mayoría de estos últimos fármacos han sido retirados del mercado o están siendo usados bajo estrictos controles médicos debido a las reacciones adversas que presentan, porque no han logrado superar a los FAEs “clásicos”.
El equipo de investigadores dirigido por Blanch trabaja en el desarrollo de un profármaco derivado del ácido Valproico que “apunta a una mejor localización del sistema nervioso central, lo que permitirá eliminar los efectos secundarios que producen los medicamentos antiepilépticos utilizados hasta hoy”. El estudio sobre los fármacos de uso clínico orientado a la optimización de su actividad y simultánea disminución de su toxicidad es importante, ya que en algunos casos los efectos colaterales impiden su uso o hace que no se puedan aprovechar sus propiedades terapéuticas. El ácido valproico es un agente antiepiléptico empleado en el tratamiento de varias formas de epilepsia.
La epilepsia es uno de los desórdenes neurológicos de mayor incidencia social en cuanto al número de personas afectadas y a los prejuicios que la sociedad tiene sobre las personas que la padecen. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que afecta al 1% de la población mundial, es decir aproximadamente 50 millones de personas. De esa cifra, 40 millones pertenecen a los países en vías de desarrollo y se incrementa anualmente en 2 millones de nuevos casos en el mundo. De estos nuevos casos, existe una marcada diferencias entre la población de los países industrializados donde el porcentaje es 0,5-0,7 % respecto al 1,9% de los países en vías de desarrollo, la cual es cuatro veces mayor. Esta diferencia se la asigna a mayores riesgos asociados a infecciones y enfermedades ocasionadas por daños cerebrales ( accidentes de transito, partos, etc.).
Estos valores a nivel mundial, concuerdan con el informe elaborado en 2004 por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, según el cual aproximadamente 210 mil personas de la población bonaerense (el 1,5% ) está afectada por epilepsia. Se estima que a nivel nacional los valores deben ser próximos a los aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a nivel mundial.
Estudios realizados en Italia, Alemania y Estados Unidos señalan que entre el 15 y 20 % de los epilépticos en edad laboral están desempleados, mientras que entre el 40 y el 60 % son empleados por debajo de su capacidad.
Fuente: Prensa UNLP www.unlp.edu.ar