Se intensifican los esfuerzos por implementar mayores tecnologías de control, apoyadas en prácticas de manejo que podrían hacer frente a la aparición y la expansión de nuevas malezas resistentes a herbicidas, que representa uno de los principales desafíos para la agricultura a escala global.

El especialista estadounidense Phil Westra, quien visitó la Argentina, recomendó hacer rotación de cultivos, monitorear los lotes y realizar nuevas mezclas de herbicidas. En la Argentina existen 12 especies que adquirieron resistencia a diferentes productos, circunstancia que trajo a Buenos Aires a Phil Westra, docente e investigador de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, quien posee 30 años de experiencia en el control de malezas tolerantes y resistentes.

Durante una charla que ofreció en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Buenos Aires (FAUBA), destacó la necesidad de aumentar la integración y la colaboración entre universidades, productores, asesores técnicos y empresas, para encontrar soluciones conjuntas.

Westra se refirió a los casos de Estados Unidos, Canadá, Australia, Argentina y Brasil, donde se utilizan paquetes tecnológicos integrados por herbicidas y cultivos transgénicos como la soja y el maíz, y nuevos eventos biotecnológicos para el control de malezas e insectos. “Donde se utilizan estas nuevas tecnologías, vemos nuevos problemas para estudiar”, apuntó, y subrayó que en Estados Unidos el fenómeno ya involucra a cerca de 150 especies con resistencia a herbicidas.

Desde la Universidad de Colorado, el equipo de trabajo de Westra avanza en diferentes líneas de investigación: “Estamos estudiando la biología de las malezas y sus mecanismos de resistencia, y buscando distintas maneras de controlar las malezas resistentes con nuevos herbicidas. También evaluamos la interacción entre los cultivos transgénicos y las malezas, con estudios de eventos apilados como RR más Dicamba y RR más 2,4D”.

En este sentido, el malezólogo estadounidense advirtió que, si bien la problemática de malezas resistentes suele asociarse fundamentalmente al glifosato (el herbicida más utilizado en el mundo), “los productos Dicamba, Atracina y las Imidazolinonas, así como los modos de acción ALS y ACCasa, también tienen ejemplos de resistencia”.

Durante su estadía en la Argentina, Westra visitó establecimientos productivos de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa. “Los agricultores tienen interés por saber cómo controlar las malezas resistentes a herbicidas, que muchas veces se expanden por el uso de cosechadoras con falta de limpieza, y la presencia de palomas, entre otros factores. Creo que en la Argentina el problema también se relaciona con el alto porcentaje de campos arrendados”, señaló durante su visita a la FAUBA.

En principio, para hacer frente al problema, “el agricultor tiene que conocer bien las malezas que hay en su propiedad”, dijo y recomendó hacer rotación de cultivos, monitorear bien los lotes y realizar mezclas de herbicidas con distintos modos de acción. Al respecto, indicó que en la actualidad hay miembros de la familia de herbicidas con HPPD (inhibidores de la síntesis decarotenoides) que aún no tienen una gran difusión en la Argentina, pero que en Estados Unidos se emplean con eficiencia desde hace varios años.

Al referirse a las nuevas tecnologías, Westra adelantó que en Estados Unidos se realizan investigaciones con biología molecular y el genoma de las plantas que apuntan, por ejemplo, a silenciar genes de resistencia. Además, destacó las tecnologías de precisión y teledetección. Y estimó que en los próximos años podría haber novedades con productos biológicos que van a ofrecer soluciones muy diferentes a las actuales.