Fuente: CONICET
Un científico del CONICET participó en la investigación que avanza en el entendimiento de la vía cerebral de la decepción. El investigador adjunto del Instituto de Fisiología y Biofísica Bernardo Houssay de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (IFIBIO Houssay, CONICET-UBA), Joaquín Piriz, junto a científicos de la Universidad de California en San Diego (UCSD), Estados Unidos, realizó un importante descubrimiento en la llamada vía de la decepción al comprobar cómo se regula la actividad de la habénula lateral y cuál es su participación en los estados depresivos.

La habénula lateral es un núcleo central del cerebro que “se activa cuando el resultado de una acción es peor del que uno esperaba y envía la señal de que eso salió mal, o sea que señaliza la decepción”, explica.

Los resultados de la investigación, que dirigió el investigador Roberto Malinow (UCSD), y publicados en la revista Science, indicaron que en ese núcleo hay una liberación simultánea de los neurotransmisores excitatorios (glutamato) e inhibitorios (ácido gamma-aminobutírico – GABA), lo cual da a la célula órdenes que son contrapuestas. “Es muy relevante ya que no estaba descripto que pueda pasar algo así y abre un nuevo campo de investigación sobre la modulación de la actividad neuronal”, indica Piriz.

La actividad de este núcleo, está modulada por esta liberación dual de neurotransmisores, y de esta actividad depende la percepción de lo decepcionante. “La neurona recibe tanto la señal de apagarse, como la de prenderse al mismo tiempo, y de la proporción de uno y otro depende la respuesta -se activa o no-”, dice.

Depresión y habénula lateral

Un trabajo anterior, publicado en Nature en 2011 en el cual Piriz es primer co-autor, el mismo grupo de investigación había determinado que la hiperactividad de la habénula lateral – se sabe ahora que por mayor proporción de glutamato liberado- produce depresión.

En esta nueva investigación lograron comprobar que al administrar antidepresivos a las ratas en laboratorio, la habénula lateral se apaga por una mayor liberación de los neurotransmisores inhibitorios, lo que podría indicar que los efectos de los antidepresivos son en parte mediados por el apagado de esta estructura.

Hasta el momento, y de manera experimental, en los casos más graves (refractarios) se ha utilizado la estimulación cerebral profunda, -una técnica usada principalmente en el tratamiento de enfermedad de Parkinson-, que mejora los síntomas de estos pacientes tras anular la actividad de la habénula lateral.

Estos nuevos conocimientos pueden abrir la posibilidad de nuevas terapias para tratar casos de depresión ya que indican con más precisión de qué manera actúa el cerebro ante los hechos negativos o decepcionantes, lo cual podría ser el origen de esa enfermedad.