Investigadores de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco participaron de la primera campaña del buque canadiense de oceanografía Coriolis II. Los investigadores se abocaron a determinar las zonas dentro del Golfo San Jorge con una alta diversidad biológica y sus características. La investigación responde a la necesidad de evaluar los cambios en el ecosistema marino dada la tendencia a la expansión de la explotación de hidrocarburos off-shore. El doctor en Oceanografía y coordinador científico por Canadá del Coriolis II, Gustavo Ferreyra, relató que la campaña consistió en desarrollar un estudio integral del Golfo San Jorge, tanto en materia oceonográfica como de geología marina. En la toma de muestras se contemplaron ocho parámetros esenciales para comprender la columna de agua del golfo y el Agujero Azul y su posterior estudio: clorofila, fitoplancton, luz, salinidad, temperatura, PH, oxígeno y turbidez. Asimismo, se analizó la geomorfología del fondo marítimo. El próximo paso será el análisis de los datos obtenidos y la publicación de las investigaciones con los resultados preliminares.
El trabajo se dividió en tres etapas: la primera abarcó el agujero azul, en el borde del talud continental marítimo hasta Comodoro Rivadavia; en la segunda, se realizó una serie de experimentos del terreno, sobre todo en oceanografía física; y la tercera indagó, principalmente, la fauna bentónica y la columna de agua. Cabe destacar que este tipo de investigación se planteó como necesaria dada la tendencia hacia la expansión de la explotación de hidrocarburos off-shore y las interacciones de este tipo de actividad con los procesos de cambio climático.
El grupo dedicado a la biología marina llevó adelante la tercera etapa del trabajo, que tuvo una duración aproximada de un mes. El buque Coriolis II tiene capacidad para 28 personas y está integrado por 14 tripulantes, incluyendo al grupo de apoyo a la ciencia y no sólo a la navegación. Las otras 14 plazas son para investigadores; hay siete de cada país que rotan y llegan a un total de 40.
Ferreyra detalló a Argentina Investiga que los primeros hallazgos del buque oceanográfico Coriolis II muestran una “gran productividad primaria en la zona del talud, en el agujero azul, y la presencia de una capa de agua profunda con, probablemente, un alto contenido de materia orgánica”. Sumada a “una fuerte respiración bacteriana, de la cual no sabemos su origen, o sea que vamos a tener que trabajar con ese tema”.
El análisis de la flora y la fauna del bentos marino fue la tarea que llevaron adelante los investigadores de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJ), quienes fueron los encargados de procesar las muestras con el fin de determinar qué comunidades habitan en el fondo marino. Los profesionales que se embarcaron para estudiar la plataforma submarina del Golfo San Jorge fueron Martín Varisco, Tomás Ísola y Damián Gil, todos integrantes del Instituto de Desarrollo Costero de la Universidad.
“El objetivo planteado por los investigadores era determinar qué zonas dentro del Golfo San Jorge tienen una alta diversidad biológica y sus características. Este novedoso método de muestreo
-desde el barco- permite acceder a otros grupos taxonómicos, que en trabajos anteriores no podían ser ponderados debido a la imposibilidad de acceder a este tipo de tecnología” detallaron los investigadores y agregaron que la experiencia fue muy interesante desde el aprendizaje ya que se comparte el espacio con otros grupos que estudian el océano desde otras áreas del conocimiento.
“También hay que destacar que la tripulación está involucrada con la tarea de investigación. Entonces, los que operan las máquinas para extraer las muestras conocen qué hacen; sin necesidad de indicarles cómo realizar el trabajo. Esto ayuda en el aprendizaje y también en el trabajo que uno tiene que hacer” comentó Tomás Isola.
“El Coriolis II permitió obtener muestras de 50 x 50 cm del fondo marino del Golfo San Jorge; esto es diferente a lo que veníamos haciendo cuando obteníamos muestras con redes de arrastre desde la superficie, ya que desconocíamos qué organismos microscópicos y macroscópicos habitan debajo de la superficie” finalizaron los investigadores.
Convenio Canadá-Argentina
En agosto de 2013, el ministro de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva, doctor Lino Barañao, firmó junto al gobernador de Chubut, doctor Martín Buzzi; el presidente del Conicet, doctor Roberto Salvarezza; el rector de la Universidad de Quebec, Jean-Pierre Ouellet; y el director de dicha casa de estudios, Serge Demers, el Acuerdo Coriolis. El convenio promueve la cooperación internacional para la investigación y el desarrollo de actividades científicas marítimas en el Atlántico Sur, por medio del “Programa multidisciplinario de estudio del ecosistema y la geología marina del Golfo San Jorge y de la zona costera de la provincia de Chubut”.